Comodoro derrotó en tiempo extra a Mar del Plata 8 a 5 y se consagró por sexta vez campeón Argentino de futsal, en lo que fue el primero de selecciones A. Empató a 9 segundos del final y en el tiempo extra festejó con autoridad ante un nuevo gimnasio Municipal Nº 1 colmado. Es el cuarto torneo que se adjudica en forma consecutiva como anfitrión.
Con determinación Comodoro fue a buscar el partido y muy temprano consiguió romper el cero con el tanto de Matías Rima, y si bien sostuvo el dominio, el rival mediante la capacidad de Matías Alejandro metió un par de letales contras para torcer el resultado a su favor. Continúo Comodoro insistiendo y probó por todos lados, aunque le costó ingresar y quebrar el buen esquema de protección que desplegaron los marplatenses.
Tuvieron que pasar 8 minutos del complemento para que se sacudiera el trámite y para que el local pasara por segunda vez al frente con una jugada de pelota detenida y una enorme asistencia de Rima para el gol de Núñez.
Ante la situación adversa Mardel salió del fondo y provocó un ida y vuelta para cualquiera. Aunque los que acertaron fueron los visitantes y en un par de minutos se apoderaron del nuevamente del marcador. Hasta el final todo el protagonismo lo asumió Comodoro y cuando parecía que se quedaba sin nada, Walter Figueroa empató a 9 segundos del final.
En la prolongación los visitantes acusaron recibo anímicamente del empate en el reglamentario y se derrumbar ante un Comodoro que, todo lo contrario, aprovechó el estado de efervescencias para sacar la diferencia con la gran puntería de Aníbal Núñez.
El goleador del torneo fue Juan Amarilla de Formosa, el mejor jugador el arquero Pablo Guereta de Río Grande y la valla menos vencida fue para los tres arqueros comodorenses.
El próximo se podría jugar acá nuevamente
El próximo Argentino podría disputarse el año que viene en nuestra ciudad según los dirigentes. Descendieron Río Grande, Ibarreta y Caleta Olivia, se mantuvo Formosa Capital y ascendieron para el que viene Las Heras, Ushuaia y Mendoza, objetivo que consiguieron ayer en el B-C que tuvo como sede a Mendoza y donde Rada Tilly fue octavo.
Comodoro y su validez en el futsal: jugó 11 de las últimas 19 finales
Con el título que consiguió el sábado en el Municipal Nº 1 frente a Mar del Plata, Comodoro disputó la final número 11 de las 19 definiciones que se desarrollaron en los últimos 21 años –en el 2009 no se disputó y en el 2010 se jugó el torneo zona Norte-. Registrando el Fundacional Zona Sur la reciente celebración fue la séptima en total y la quinta en forma consecutiva como local.
A nivel selección Comodoro ha sostenido una gran notoriedad durante los últimos años, porque ganó los 5 que organizó: en el ’92, ’99, 2001, 2010 y 2012, se quedó con los que se disputaron en el 2004 en Buenos Aires y en el 2005 en Mendoza, y fue subcampeón en el ’91 y en el ’97 en Tierra del Fuego en ambas oportunidades ante el anfitrión, después perdió la final en el 2003 en Trelew frente al representante fueguino y en el 2006 cayó en Rosario con Mar del Plata.
Los últimos logros en el Municipal Nº 1 no hicieron otra cosa que ratificar el potencial que tiene el futsal de nuestra ciudad a nivel país; pero además la dirigencia local también tuvo relevancia porque fue la ideóloga de este nuevo formato para los Argentinos –aceptado por todos- que comprende ascensos y descensos con la intención de mantener un interés que en cierto momento había disminuido.
Por tal motivo Comodoro podría ser sede del próximo Nacional que tiene confirmado a Comodoro, Mar del Plata, Metropolitana, Rosario y Formosa Capital, que mantuvieron la categoría, y a Las Heras de Mendoza, Ushuaia y Mendoza Capital que lograron el ascenso. De todas maneras habría una propuesta para que el año que viene sean 9 los participantes y allí podría ascender Misiones, que terminó en el cuarto lugar del B-C, pero en ese sentido la organización local no tendría la infraestructura necesaria para albergar un equipo más. Más adelante se irán dando las confirmaciones.
Deportivamente apareció en los momentos justos
El sábado fue Comodoro el que festejó sobre un Mar del Plata que había realizado méritos para quedarse con la consagración y que lo tuvo en jaque, no como hace 2 años que la selección local ganó con contundencia, sin ningún tipo de objeción y casi sin dificultad.
En esta oportunidad tuvo que sobreponerse a un par de sinsabores. En la fase regular y luego de atrapar la clasificación con los primeros dos triunfos ante Río Grande y Formosa, en la última jornada de la primera instancia y en el cruce por el primer lugar utilizó más que nada a los jugadores alternativos, reservando para los 5 minutos finales a los titulares, que no tuvieron tiempo para levantar el 1-2 –que de igual modo se había producido cuando ingresaron ellos-. Fue una derrota que cortó una racha de 22 triunfos seguidos en condición de huésped.
Después concretó una producción de alta calidad en semifinales al ejecutar su mayor goleada del torneo superando 10 a 2 Rosario.
En la final tuvo que desafiar la más grande dificultad, porque los marplatenses llegaban con 4 triunfos en fila y con la notoriedad de que uno fue ante el local y dos –debut y semifinales- contra Metropolitana, que arribó como uno de los grandes candidatos luego de haber ganado la Zona Norte y por los grandes e inmediatos pergaminos que traía.
Es más, a sólo 9 segundos del epílogo de la final, Comodoro estaba sufriendo una gran frustración hasta que llegó el agónico tanto de Walter Figueroa para firmar la igualdad y llevar la confrontación al suplementario, como en el 2001 cuando Comodoro perdía en el Municipal Nº 1 con Tierra del Fuego, que sorprendiendo con la recientemente innovadora regla del arquero-jugador (en aquella oportunidad podía pasar la media cancha), consiguió la igualdad también en el último instante del reglamentario.
Con el empate que les devolvió el “alma” a todos, a los dirigidos por Miguel Schlebusch le sobraron los 10 minutos de alargue, porque ya en los primeros suspiros acertaron el incansable Aníbal Núñez y el goleador Brian Oyarzo para establecer una diferencia decisiva y totalmente destructora para un rival que nunca se pudo recuperar del cachetazo que había recibido en la última acción de los 40 minutos.